Kiev ha amanecido bajo un estruendo de sirenas y explosiones. Las alarmas antiaéreas, que avisaron dos veces del lanzamiento de drones, alertaron sobre las 6.30 de la mañana (una hora menos en la España peninsular) de que un ataque con misiles era inminente, tras el despegue de MIG-31K. Varias explosiones fuertes corroboraron la alarma. Los habitantes, que ya tienden a ignorarlas, esta vez sí bajaron a los refugios. Sobre las 7.45, cuando se desactivaron las alertas antiaéreas comenzaron a recorrer la ciudad las de los vehículos de emergencia.

