
La valoración que los ciudadanos hacen del sistema sanitario, aunque sigue siendo positiva, ha descendido muy ligeramente en los últimos meses y consolida una tendencia observada desde la pandemia: una peor valoración en general de la asistencia que se ve matizada con ligeras subidas y bajadas que se van sucediendo en las últimas oleadas del Barómetro Sanitario desde hace dos años.
