El abogado de la familia de Carlos León, uno de los dos soldados que murieron ahogados hace casi un año en un ejercicio acuático en Cerro Muriano (Córdoba), ha anunciado este jueves que solicitará la pena máxima, hasta 12 años de cárcel, para los militares procesados por sendos delitos contra el deber del servicio con resultado de muerte, que son equivalentes al homicidio imprudente. El portavoz de la familia ha leído un comunicado en el que ha señalado a toda la cadena de mando como responsable de la “grave negligencia” que provocó las dos muertes y ha considerado que sus vidas se podrían haber salvado “si se hubiera actuado diligentemente”.
