La diferencia entre regalar algo material o vivencial radica, sobre todo, en el impacto que es capaz de causar en la persona que lo recibe. Cierto es que obsequiar un viaje implica, por lo general, un mayor desembolso económico, pero también lo es que hay propuestas de destinos para todos los bolsillos en forma de cajas de experiencia, tarjetas regalo o, simplemente, escapadas cercanas de fin de semana. Se trata, en cualquier caso, de un detalle profundamente personal que dejará, a buen seguro, una marca indeleble en el corazón de esa persona tan especial en tu vida.
